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La conservación de los alimentos ha sido una preocupación permanente del hombre desde la prehistoria. Con el descubrimiento de bacterias y microorganismos patógenos, la necesidad de esterilizar los productos es cada vez más importante, sobre todo en la industria alimentaria. Como resultado, se desarrollaron equipos de tratamiento térmico, como la autoclave. Descubra cómo funciona la esterilización con una autoclave en la industria.
El principio de la autoclave fue inventado por Denis Papin en 1679. Sin embargo, fue Nicolas Appert quien perfeccionó su proceso de esterilización de las conservas.
Las autoclaves son aparatos que constan de una cámara de esterilización con tapa. Están fabricados en acero inoxidable y se presentan en diferentes tamaños en función de los productos a esterilizar. Las autoclaves están equipadas con instrumentos de control de temperatura y presión. Versión mejorada e industrial del esterilizador eléctrico, este equipo de esterilización está sujeto a la normativa sobre equipos a presión. Por ello, está equipado con dispositivos de seguridad que se someten a controles periódicos.
La esterilización en autoclave utiliza diferentes tipos de agentes esterilizantes:
Las temperaturas y presiones pueden variar según el tipo de autoclave. Por ejemplo, en un proceso de vapor saturado, la presión viene dada por la temperatura. También es posible disociar la temperatura y la presión para una mejor conservación del envase.
La esterilización en autoclave sigue un proceso riguroso. El envasado en autoclave y el ciclo de esterilización se realizan en 5 fases.
El ciclo de esterilización es el siguiente.
Aquí detallamos los diferentes tipos de autoclaves industriales y su uso para la esterilización.
En este tipo de autoclave se utiliza una mezcla de aire y vapor para la esterilización. Gracias a esta mezcla, se puede conservar el envase. El enfriamiento se consigue mediante boquillas superiores y laterales para rociar agua sobre los productos. La distribución de la temperatura es homogénea en el interior de la cámara gracias a la turbina situada en el fondo de la autoclave que permite la circulación del vapor.
Este tipo de autoclave permite rociar agua a presión sobre los productos a esterilizar. En función del ciclo de esterilización, esta agua se calienta con vapor y luego se enfría mediante un intercambiador. Esta económica autoclave recicla el agua durante el ciclo. La distribución del calor en el corazón de la máquina es óptima.
Este tipo de autoclave combina los dos procesos: aire de vapor y pulverización de agua. Así, el calor es homogéneo en el interior del depósito y se distribuye uniformemente. Por lo tanto, las fases de subida y bajada de la temperatura son más rápidas. Se adapta perfectamente a las autoclaves de gran capacidad.
La autoclave de inmersión funciona de la misma manera que los esterilizadores utilizados para las latas de nuestras abuelas. Los productos a esterilizar se cubren con agua sobrecalentada que sube de temperatura y presión según el ciclo dedicado.
Las autoclaves industriales tienen que cumplir muchas normas, como la norma CE. Otras normativas deben respetarse caso por caso (FDA, ASME o GAMP). Es necesario realizar controles periódicos de este tipo de equipos, que deben ser realizados por organizaciones certificadas.
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